¿Sueñan los algoritmos informáticos con las emociones de nuestro stary system?

Las aplicaciones de las nuevas tecnologías al mundo del audiovisual son impredecibles. La interactividad es una de ella, permitiéndonos relacionarnos de una forma hasta el momento inaudita. ¿Pero hasta qué punto la inteligencia artificial puede interactuar al nivel de un humano? El caso es que cada vez estamos más cerca de robots como HAL 9000 o Her, capaces de dialogar de forma profunda y entendernos (bien es cierto que HAL 9000 no era muy empático...). Pero la cuestión es que este futuro, cada vez más cercano, estimula la creatividad de muchxs artistas. Como ejemplo os dejo esta obra de Grégory Chatonsky (París, 1971), en el cual usa la medición de los diferentes tipos de emocionalidad de los personajes en el cine, con un fragmento de Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958). La pieza se llama Prediction.