El medio es el masaje, de Marshall McLuhan y Quentin Fiore

En esta obra, Fiore y MacLuhan (1967) exponen la necesidad de repensar nuestra relación con la realidad, mediada a través de los medios informativos eléctricos (donde se podría entender lo digital por extensión). Esta necesidad se puede percibir en el hecho de que sintamos ansiedad por no poder abordar los hechos con las herramientas del pasado, por lo tanto se nos impone el lograr nuevos modos de aproximación.

Es una obra compleja, díscola en sus formas, a modo de collage, pero también muy conectada con el momento histórico en el cual se desarrolla. Como ejemplo las referencias a The Beatles, Bob Dylan o John Cage. Sin lugar a dudas un momento revolucionario que exige una revolución también a nivel conceptual y de aproximación de unos media que cada vez más están alcanzando una representación mayor en la vida social.  Hasta el punto,  y esta es la idea principal que subyace en todo el texto, que sin la tecnología no podríamos vivir.

Valga como muestra estos ejemplos que usa:

- la rueda es una prolongación del pie.

- el libro es una prolongaciónd el ojo.

- la ropa es una prolongación de la piel.

- el circuito eléctrico una prolongación del sistema nervioso central.

Con este último ejemplo se explicaría la incesable búsqueda de la usabilidad de los dispositivos electrónicos por parte de la industria, por ejemplo, cuya sofisticación avanza hasta el punto de que su presencia y uso se nos hace invisible.

Entre los fenómenos a los que hacen alusión se encuentra el conflicto con la preservación de nuestra intimidad (p. 12). Donde a veces ponemos en riesgo nuestra privacidad a cambio de conocer -y pertenecer plenamente a- la comunidad. Sin lugar a dudas esta es una concepción que nos lleva a la idea de globalización, emanada de McLuhan, y que sirve para alertarnos acerca del desdibujamiento de las fronteras: entre lo personal y lo público, entre el tiempo y el espacio, etc...

A pesar de la temprana fecha de publicación, exponen una serie de condiciones que bien podrían aplicarse al contexto digital actual: "Hoy, la audiencia masiva (sucesora del 'público') puede ser usada como una fuerza creadora, participante" (p. 22). Sin lugar a dudas esto tiene consecuencias plenas en a través de la interactividad. Si el voto era nuestra delegación de decisiones en un poder determinado y a menudo abstracto, en este caso podemos decidir de forma directa. Valga como ejemplo la web Change.org, donde podemos sumarnos a una iniciativa determinada, o la participación del público en reality shows como Gran Hermano u Operación Triunfo. 

La riqueza del texto es evidente también en las contradicciones que muestra. Es el caso del apartado dedicado a "los otros" (p. 24), donde dice que nuestra nueva situación nos obliga al compromiso. Si a este le oponemos la idea de la sociedad del espectáculo de Guy Debord (1967), se desmonta la idea, ya que la idea del dolor de los demás -como el resto de elementos de la realidad aprehensible- son contemplados desde la distancia, es una disneyzación de los hechos.

BIBLIOGRAFÍA

Debord, G. (1967). La sociedad del espectáculo. Santiago de Chile: Nórdica, 1995.

MacLuhan, M. y Fiore Q. (1967). El medio es el masaje: un inventario de efectos. Barcelona: Paidós, 1984.